Los bajos eléctricos son instrumentos de cuerda utilizados principalmente en la música moderna, especialmente en géneros como el rock, el pop, el funk y el jazz. Se caracterizan por su cuerpo sólido y su diseño ergonómico, que permite tocar cómodamente tanto de pie como sentado.
Por lo general, tienen cuatro cuerdas afinadas en EADG, aunque también existen modelos de cinco y seis cuerdas. Estas cuerdas están hechas de acero niquelado y producen un sonido grave y contundente cuando se tocan.
Los bajos eléctricos están equipados con pastillas magnéticas que capturan las vibraciones de las cuerdas y las convierten en señales eléctricas, que luego se amplifican a través de un amplificador. Esto les permite producir un sonido potente y versátil que puede ser moldeado y modificado a través de diferentes ajustes de tono y ecualización.
Su función principal es proporcionar el fondo armónico y rítmico de una canción, tocando los bajos de la música. Sin embargo, también se utilizan en solos y líneas melódicas, permitiendo al bajista expresarse creativamente y agregar profundidad y groove a la música.